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30 DÍAS SIN VOS
Colaboración de Luís M. Penim
Se cumplen treinta días sin vos Flaco. Y no tenés idea lo duro que ha sido. Te fuiste de “campaña”, sin avisar que lo ibas a hacer. Y nos dejaste a todos atónitos, desconcertados y sin palabras.
Tardamos en reaccionar, “en caer” que esa gira a la que te ibas, sería más larga de lo pensado. No pudiste con tu genio de bromista imprevisto y mirando de reojo, casi que adivinaste la cara que iban a poner tus detractores.
Pero, sabes una cosa: quedaron casi al borde de la locura. Durante años, primereándolos cada vez que te quisieron embromar, les fuiste quemando las neuronas, poco a poco. Y con esto, les liquidaste las pocas que les quedaban.
Se revolvieron como fieras heridas, porque se dieron cuenta que hasta en esto les ganaste: tanto te desearon maliciosamente la muerte, que al darles la posibilidad de disfrutar con ese deseo cumplido, los pusiste en desventaja ante lo que más temen. Las muchedumbres, el Pueblo.
Y tal fue su desesperación, que cometieron más errores en los últimos diez días, que todos los años pasados.
Se cumplen treinta días sin vos Flaco. Pero, estás presente, estás entre nosotros dando vueltas y escuchando. Y, sabes que. Adivino esa sonrisa entre picara y burlona, cada vez que escuchas cosas que te recuerdan. Y son miles, millones de voces, que a diario repiten tu nombre. O lo escriben en un paredón: “NÉSTOR VIVE”; “NÉSTOR PRESENTE”; etc. ó hacen dibujos como el del pingüino en el medio de una”V”.
Flaco querido, te dejo dos cosas para que te acompañen, que me las estoy apropiando:
Una:
“Hoy no va a ser como todos los días. Hoy no va a ver metáforas. Hoy a las 9,15 hs., una verdad dura, como un puñal de hielo, se clavó en muchos corazones. En nuestros corazones. En mí corazón. Hoy muchos nos morimos con vos. Hoy, nuevamente ví llorar a los hombres. Esta vez fue por vos Néstor.
Siempre estarás presente. Ahora estás más allá de los sueños, más allá de las luchas, más allá de los agravios. Descansa en paz, Néstor querido. Jamás te olvidaremos. Jamás te olvidaré. Tus ideales seguirán vigentes, con más fuerza que nunca. Espero, en algún rincón de la eternidad, encontrarme con vos alguna vez y poder darte ese abrazo, que nunca alcancé a darte. Perdón y gracias por tu ejemplo de lucha. por darme esperanzas y hacerme sentir que hay un futuro”. (Escrito por un amigo en su Blog) (Él sabe).
Dos:
El poema (de Joaquín Areta) que leíste aquella vez, en la Feria del Libro (año 2005).
Quisiera que me recuerden
sin llorar ni lamentarse.
Quisiera que me recuerden
por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma
porque se sintieron queridos
protegidos y ayudados
porque nunca los dejé solos
porque interpreté sus ansias
porque canalicé su amor.
Quisera que me recuerden
junto a la risa de los felices
la seguridad de los justos
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden
con piedad por mis errores
con comprensión por mis debilidades
con cariño por mis virtudes.
Si no es así, prefiero el olvido
que será el más duro castigo
por no cumplir con mi deber de hombre.
Quedate tranquilo, Flaco, no te olvidaremos porque cumpliste por demás.
Copiando a Osvaldo: “Hasta encontrarnos, allí, donde doblan los sueños. Esperanos”.